"Fuera del perro, un libro es probablemente el mejor amigo del hombre, y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer." (G.Marx)

miércoles, 3 de marzo de 2010

DE RUTINA Y COMAS

Se prepara. Se arregla, se viste, se peina. Se echa colonia, se remira en el espejo y se vuelve a mirar, es la repetición lo que da fuerza al ritual. Mira el reloj y llega puntual. El día puede ser largo, pero son esos veinte minutos lo que importan. Veinte, los que tarda el bus de casa al trabajo, lo que duran los juegos del recreo, la charla después de comer, el rato que se coincide en los cambios de turno. Pocos minutos para todo lo que deben guardar.
Se encuentran, y comparten juntos el tiempo obligado, casual. Un cómo te va, bastante bien, y a ti, también. Un silencio, un buscado cruce de miradas, una sonrisa, un comentario banal, inerte. Puede que una broma, un chiste y después una risa exagerada. Unos dedos acariciándose la oreja o el pelo. Y ya poco más.
Un adiós, cuídate, tú también. Todo sin forzar. Un roce casual al salir y su pequeño escalofrío. Un suspiro cuando está lejos. Y luego el resto de la vida, al menos hasta los veinte minutos siguientes, que es la repetición lo que da fuerza al ritual.

4 comentarios:

  1. =)

    Qué monótona y aburrida parece la rutina y lo que puede dar de hablar...

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  2. Aunque bueno, mejor será un segundo de los de Elisa aguantando la respiración como Ana, que tus veinte minutos, digo yo.

    PD http://kurioso.es/2010/02/25/el-ingeniero-que-consiguio-volar-con-12-000-flanes/

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  3. Y tomaremos otro chupito por esos veinte minutos, que seguro podrían ser más si no dejáramos las cosas en el aire.

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  4. (segunda vez que lo escribo, no sé por qué no me deja publicarlo)

    Ese suspiro del final es porque llevaba mucho rato aguantando la respiración. Ya sabes, para intentar detener el tiempo en el momento, pero nunca se para y pasa el resto del día sin importarte una mierda hasta que vuelven a llegar esos veinte minutos clave y otra vez ese suspiro.

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